El juego es divertido, pero no caigas en la trampa de pensar que se trata de un mero pasatiempo o de una actividad frívola. El juego es poderoso y tiene una influencia profunda sobre la relación que creas con tu perro. El juego nos ayuda a mejorar la relación entre nosotros y el perro, afinando sus respuestas a nuestras solicitudes, al tiempo que le proporcionara un ejercicio físico y mental que él necesita.

Si lo que quieres es mejorar el vínculo con tu mascota, que responda mejor cuando le pides algo y un nexo más cercano entre vosotros dos, este es el mejor camino.

A través del juego el perro puede aprender a controlar muchos estímulos.

Nos basamos en el entrenamiento sin errores, quiere decir esto, que le presentamos todo tipo de juegos y juguetes con total supervisión e incluyendo normas de una manera progresiva. Para estimular su compresión. Nada en la vida es gratuito, todo tiene un coste.

Pronto los perros aprenden que el buen comportamiento reporta beneficios.

Mediante el juego le enseñamos la inhibición a la mordida, es decir a tener una boca blanda y todas las conductas que deseemos.